martes, 29 de noviembre de 2011

El Estado de los Recursos de Tierras y Aguas del Mundo para la Alimentación y la Agricultura

FAO: "Una extensa degradación y la escasez cada vez más aguda de recursos de tierras y agua pone en peligro a varios sistemas clave de producción de alimentos en todo el mundo, planteando un profundo desafío a la tarea de alimentar a una población mundial que para 2050 habrá llegado a los 9 000 millones de personas, indica un nuevo informe de la FAO publicado ayer 28 de noviembre.

El Estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura señala que si bien en los últimos 50 años se verificó un aumento notable en la producción de alimentos, en demasiados lugares, los logros se han asociado a prácticas de gestión que han degradado las tierras y los sistemas hídricos de los que depende la producción de alimentos.

En general, el informe pinta la imagen de un mundo que experimenta un creciente desequilibrio entre disponibilidad y demanda de tierras y recursos hídricos en los planos local y nacional. El número de zonas que están llegando a los límites de su capacidad productiva aumenta rápidamente, advierte el informe.



El Estado de los recursos de tierras y aguas tiene como fin sensibilizar a su público sobre la situación mundial y regional de los recursos de tierras y exponer la perspectiva de la FAO en materia de recomendaciones pertinentes para la formulación de políticas. El Estado de los recursos de tierras y aguas se centra en los siguientes aspectos fundamentales de análisis: (i) cantidad y calidad de los recursos de tierras y aguas (ii) tasa de uso y gestión sostenible de estos recursos en el contexto de los factores de impulso socioeconómicos y las preocupaciones pertinentes, incluidas la seguridad alimentaria, la pobreza y el cambio climático. 

Esta es la primera vez que se elabora un informe mundial de referencia sobre los recursos de tierras y aguas. La información procede de diversas bases de datos espaciales mundiales (p. ej., de idoneidad de las tierras para el uso agrícola, uso y  gestión de las tierras, degradación y agotamiento de tierras y aguas) en las que la FAO es la fuente mundial reconocida de datos. Los temas de actualidad y novedosos en materia de tierras y aguas se tratan de una manera integrada en vez de sectorial. Las consecuencias de la situación y las tendencias se utilizan para promover intervenciones correctivas a la medida de los sistemas de producción agropecuaria de las diferentes regiones geográficas. Tambien hay mapas, graficos e informes temáticos.

Comprende varios aspectos:

1. Situación y tendencias de los recursos tierras y aguas

©FAO/Asim HafeezLos recursos de tierras y aguas del planeta son limitados y sufren la presión de una población en crecimiento. Las cifras mundiales muestran un porcentaje relativamente bajo de tierras y aguas realmente destinadas a la agricultura, pero estas cifras ocultan grandes variaciones regionales y una serie de desequilibrios locales importantes entre la oferta y la demanda. La demanda de tierras y agua de los sectores no agrícolas, y un creciente reconocimiento de la necesidad de cumplir con los requisitos ambientales intensifican todavía más la competencia. En el capítulo 1 se examinan el estado actual y las tendencias de los recursos tierras y aguas, su distribución geográfica y su uso en la agricultura. Se presentan proyecciones de las demandas agrícolas futuras hacia el año 2050, y se analizan sus consecuencias tanto para la agricultura de secano y como para la de regadío.

2. Presiones socioeconómicas y situación institucional

©SwiatekWojtkowiak/www.nygus.infoEl aumento de la población aunado a las pautas de consumo son los principales impulsores de las presiones sobre los sistemas de tierras y aguas presentados en el capítulo 1. La dependencia social y cultural de la tierra y el agua se ha transformado con la aceleración de las transiciones de la agricultura y la urbanización en un mundo más interconectado. Muchas políticas interrelacionadas como el comercio, los regímenes de subvenciones rurales y los incentivos a la producción han promovido el uso de tierras y agua. Pero la gestión de la tierra y el agua tiende a quedar rezagada respecto a la política macroeconómica y los planes sectoriales de desarrollo. En muchos casos se ha producido una gestión activa sólo después de la degradación ambiental. Esta falta de perspectiva de los recursos naturales persiste, aun donde una base limitada de recursos naturales y las altas tasas de crecimiento de la población están ejerciendo una presión extrema sobre los recursos. En pocas palabras, los responsables de la planificación macroeconómica tienden a preocuparse más por la oferta y la demanda de productos agrícolas que por el suministro de insumos de recursos naturales y si éstos se ven limitados o están llegando a su límite.  

La gestión espacial a gran escala de los sistemas de tierras y aguas se inició al surgir las civilizaciones de los valles fluviales y el desarrollo agrícola consiguiente. En fecha más reciente, las instituciones de las tierras y el agua evolucionaron para facilitar el éxito de la producción agrícola intensiva asociada al adelanto de la investigación genética, la llamada "revolución verde". 

Pero en la práctica se han creado pocas instituciones de éxito para la gestión integrada de las tierras y el agua. Investigaciones recientes revelan que las instituciones de las tierras y las aguas no están al día de las pautas de uso y la competencia, y rara vez han logrado reglamentar las repercusiones ambientales y económicas. En este sentido, la armonización de las políticas y la integración institucional se han mantenido como aspiración más que como realidad operativa. La planificación del uso de la tierra y la agricultura, por ejemplo, pocas veces se acopla a la planificación de las cuencas hidrográficas o a la gestión operativa para la producción de energía hidroeléctrica o la navegación. En consecuencia, se puede afirmar que se han sacrificado oportunidades económicas y que se requiere volver a una integración mucho mejor informada y rica en conocimientos de las tierras y las aguas.   

En este capítulo se examina el estado actual de las instituciones de las tierras y las aguas y cómo ambas han impulsado constantemente mayores niveles de producción, y se ha cuidado muy poco la sostenibilidad social, económica y ambiental, en detrimento de los recursos básicos de tierras y aguas y de los ecosistemas conexos, con graves repercusiones en materia de pobreza e inseguridad alimentaria.

3. Sistemas de tierras y aguas en peligro

©FAO/K. PrattLos capítulos anteriores pusieron de relieve las amenazas actuales y futuras para los sistemas agrícolas de todo el mundo. Es evidente que las prácticas actuales y los modelos de desarrollo agrícola que se han seguido en los últimos 50 años están lejos de ser satisfactorios para afrontar los desafíos de reducción de la pobreza, seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental. 

Un total de 975 millones de personas, en su  mayoría población rural, no tienen la seguridad alimentaria que se merecen. Bajo la presión de la agricultura, se están dañando los suelos y las aguas, se acelera la erosión, avanzan la salinización y la infiltración de aguas marinas, así como el agotamiento de los acuíferos. Además, el modelo actual de agricultura intensiva se asocia a fuertes repercusiones en materia de carbono y gases de efecto de invernadero, al mismo tiempo que muchos sistemas agrícolas son sumamente vulnerables a los efectos previstos del cambio climático.   

©FAO/Giulio NapolitanoLa situación, sin embargo, varía considerablemente de una región a otra en respuesta a una combinación de factores biofísicos y socioeconómicos: el clima, los suelos, las aguas, la población, el desarrollo económico, así como las políticas nacionales y los cambios mundiales. En el marco de este estudio global, es necesario entonces describir y analizar los principales sistemas de producción agrícola del mundo y los desafíos específicos que afrontan. Los problemas tratados en este capítulo son la creciente competencia por las tierras y las aguas, la degradación de estos recursos, y los efectos previstos del cambio climático. Se presentan con mayor frecuencia y gravedad en los diferentes sistemas de usos agrícolas de las tierras  y las aguas en todo el mundo, y se analizan los principales sistemas en peligro al final de este capítulo. 

Tanto las zonas de secano como las de regadío están experimentando degradación o corren peligro por las limitaciones de los recursos de tierras y aguas, las prácticas actuales de uso y gestión de las tierras y las aguas, y los factores institucionales y socioeconómicos.

4. Opciones técnicas para la gestión sostenible de las tierras y las aguas

Como se mencionó en capítulos anteriores, se prevé que más de cuatro quintas partes del aumento de la producción hasta el año 2050 se verifiquen en las tierras en explotación a través del aumento de la productividad. Sin embargo, muchos de los sistemas ya están limitados, ya sea por sus actuales niveles elevados de productividad, o por problemas técnicos, socioeconómicos o institucionales. Además, conforme aumenta la intensidad de la agricultura, los riesgos y ventajas y las desventajas asociadas, tratadas en el capítulo anterior, se hacen más apremiantes. Este capítulo analiza las opciones técnicas para avanzar hacia una 'gestión sostenible de las tierras y las aguas', es decir, una gestión integrada más intensiva de las tierras, las aguas, los nutrientes y otros insumos para producir un valor agrícola mayor y mantener a la vez la calidad ambiental y conservar los recursos naturales, locales y externos.   

©FAO/Giuseppe Bizzarri
A pesar de que la superficie agrícola de secano no ha crecido, todavía se prevé que  produzca una tercera parte o más del aumento de la producción mundial de alimentos en las próximas décadas. Los sistemas de secano de las zonas templadas ya son muy productivos, pero afrontan problemas de nutrientes y contaminación por plaguicidas. Los sistemas de pequeños productores de secano en los países en desarrollo afrontan muchos más problemas de mala calidad y falta de humedad del suelo, y grandes riesgos agroclimáticos agudizados por el cambio climático. También afrontan los obstáculos de la falta de oportunidades comerciales rentables y de recursos para invertir en mejorar la productividad.

5. Respuestas institucionales

Los principales sistemas de producción de alimentos están en peligro de degradación hasta el punto en que se ve comprometida la seguridad alimentaria mundial. Es urgente mejorar las prácticas de gestión de las tierras y las aguas en estas grandes superficies agrarias de potencial moderado a alto para revertir las tendencias de degradación y mantener los niveles de productividad. También será de vital importancia la adaptación al cambio climático en las zonas productoras de cereales de todo el mundo. Dadas estas tendencias ¿qué vías se pueden establecer hacia una intensificación más sostenible? 

En algunos países y regiones será prioritario prestar atención a los sistemas en peligro. Pero más allá de esto, la gestión sostenible de las tierras y las aguas tendrá que traducirse en programas nacionales. En este capítulo se establece una dirección para la ejecución de tales programas en el estado actual y previsto de las tierras y las aguas. También se indica cómo fortalecer las instituciones nacionales a fin de proteger los derechos vigentes; cómo adaptar los conocimientos y la tecnología en colaboración con los usuarios, y cómo delegar eficazmente los mecanismos de planificación y de gestión de los recursos de tierras y aguas.


6. Conclusiones y principales recomendaciones para las políticas

©FAO/Franco MattioliEn este libro se esbozan los tres desafíos que afrontan los recursos de tierras y aguas de los que depende la agricultura: aumentar la producción de alimentos casi un 70 por ciento para 2050; reducir el hambre y mejorar los medios de subsistencia de los sectores más pobres; y minimizar o atenuar la degradación de las tierras y las aguas y de los ecosistemas en general. Existe una variedad de soluciones técnicas e institucionales, analizadas en los capítulos anteriores. Es necesario adaptarlas a los sistemas agrícolas locales y a los contextos socioeconómicos. Una mejor planificación, unida a conjuntos inteligentes de incentivos, podrá entonces  establecer un marco de inversión que asigne valores concordados al capital natural. Sobre estas bases, se puede alentar una gestión de las tierras y las aguas eficiente, equitativa y sostenible en todas las escalas. 

Ya se inició el avance hacia esta nueva "economía verde". Cada vez más, los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado buscan tecnologías y enfoques que pueden aumentar la productividad y proteger a la vez los recursos naturales básicos y los ecosistemas asociados. Se adoptan sistemas para una agricultura más sostenible y se han creado medidas para superar las limitaciones técnicas y socioeconómicas. 

Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten considerables obstáculos para su adopción. La proliferación de instrumentos, conferencias y compromisos divergentes consume tiempo y recursos, con muy pocos efectos prácticos. Es esencial el compromiso político de las naciones y  la comunidad internacional para afrontar los problemas de manera sinérgica. 

©FAO/Olivier ThuillierAvanzar hacia vías más sostenibles de intensificación y ordenación ecológica exigirá esfuerzos adicionales. Las políticas, las instituciones y las estrategias de ejecución requerirán ajustes en los planos mundial, nacional y local para dotar a las organizaciones y los agricultores del conocimiento, los incentivos y los recursos financieros que necesitan. Con este apoyo los agricultores pueden aumentar la productividad de manera sostenible y fortalecer la integración de sus actividades agrícolas en los ecosistemas locales, equilibrando las compensaciones a fin de mantener los efectos adversos al mínimo. Un compromiso bien informado en los ámbitos local, nacional y mundial, orientado a los sistemas de tierras y aguas en riesgo, brindará a fin de cuentas el beneficio socioeconómico del crecimiento en general, reduciendo la inseguridad alimentaria y la pobreza asociada.


Principales mensajes

SITUACIÓN Y TENDENCIAS
Disponibilidad y uso de los recursos de tierras y aguas
  • Existe una variación geográfica significativa en la disponibilidad de tierras consideradas aptas para la agricultura. El crecimiento demográfico y la demanda de otros sectores ejercen una presión creciente sobre los recursos disponibles. Suponiendo que se utilicen sistemas bien adaptados de producción, las tierras que actualmente están en cultivo son en su mayor parte de calidad óptima (el 28 por ciento del total) o buena (53 por ciento). La mayor proporción regional de las mejores tierras cultivadas actualmente está en América Central y el Caribe (42 por ciento), seguidos de Europa occidental y central (38 por ciento) y América del Norte (37 por ciento).
  • En los países de altos ingresos en conjunto, la proporción de tierras óptimas actualmente en explotación es del 32 por ciento. En los países de bajos de ingresos, los suelos muchas veces son  más pobres y sólo el 28 por ciento de la superficie cultivada es de calidad óptima.
  • La superficie agrícola del mundo ha crecido un 12 por ciento en los últimos 50 años. La superficie irrigada del mundo se duplicó en el mismo período, lo que representa la mayor parte del aumento neto en las tierras agrícolas. Mientras tanto, la producción agrícola ha crecido entre 2,5 y 3 veces, gracias al aumento significativo de la productividad de los principales cultivos.
  • Sin embargo, en algunas regiones los resultados mundiales se asocian a la  degradación de los recursos de tierras y aguas, y al deterioro de los ecosistemas y servicios relacionados. Estos incluyen la biomasa, la fijación de carbono, el buen estado de los suelos, el almacenamiento y suministro de agua, la biodiversidad, así como servicios sociales y culturales. La agricultura ya utiliza el 11 por ciento de la superficie terrestre del planeta para la producción agrícola. También consume el 70 por ciento de toda el agua que se extrae de los acuíferos, ríos y lagos. Las políticas agrícolas han beneficiado principalmente a los agricultores que tienen tierras productivas  y acceso al agua, desatendiendo a la mayoría de pequeños productores que siguen atrapados en una pobreza con una gran vulnerabilidad, degradación de las tierras e incertidumbre climática. 
Políticas e instituciones
  • Las instituciones responsables de las tierras y las aguas no han seguido el ritmo de la creciente intensidad del desarrollo de las cuencas fluviales y el grado cada vez mayor de interdependencia y competencia por los recursos tierras y aguas. Se necesitan instituciones mucho más adaptables y colaboradoras para responder con eficacia a la escasez de recursos naturales y a las oportunidades del  mercado.
PERSPECTIVAS HACIA 2050
  • Hacia el año 2050 se prevé que el aumento de la población y los ingresos requiera un 70 por ciento más de producción mundial de alimentos y hasta un 100 por ciento más en los países en desarrollo, en relación con los niveles de 2009. Con todo, la distribución de los recursos de tierras y aguas no favorece a esos países que deberán producir más en el futuro: la disponibilidad media de superficie agrícola per cápita en los países de ingresos bajos es menos de la mitad que en los países de altos ingresos, y la idoneidad de las tierras cultivadas para la agricultura por lo general es más menor. Algunos países cuya demanda de alimentos crece aceleradamente también son los que afrontan elevados niveles de escasez de tierras o agua. Lo más probable es que la mayor contribución al aumento de la producción agrícola se dé por intensificación de la producción en las tierras agrícolas existentes. Para ello será necesaria la adopción generalizada de prácticas sostenibles de gestión de las tierras, y un uso más eficiente del agua de riego a través de una mayor flexibilidad y fiabilidad y una mejor aplicación del agua de riego.
 SISTEMAS EN PELIGRO
  • Es necesario hacer un examen crítico de las pautas predominantes de producción agrícola. Una serie de sistemas de tierras y aguas corre actualmente el riesgo de deterioro progresivo de su capacidad productiva, por una combinación de excesiva presión demográfica y prácticas agrícolas insostenibles. Los límites físicos de la disponibilidad de tierras y agua en estos sistemas pueden agudizarse aún más en algunos lugares por causas externas, como el cambio climático, la competencia con otros sectores y los cambios socioeconómicos. Estos sistemas en peligro exigen una atención prioritaria de medidas correctivas, simplemente porque no hay sustitutos.
CONDICIONES FAVORABLES
  • Hay potencial para ampliar la producción de manera eficiente para abordar la seguridad alimentaria y la pobreza a la vez que se limitan las repercusiones en otros valores de los ecosistemas. Hay espacio para que los gobiernos y el sector privado, así como los agricultores, intervengan en forma mucho más dinámica para  avanzar en la adopción general de prácticas sostenibles de gestión de las tierras y  el agua. Las medidas no sólo incluyen opciones técnicas para promover la intensificación sostenible y reducir los riesgos de la producción, también comprenden un conjunto de condiciones para eliminar las limitaciones e incrementar la flexibilidad. Estas incluyen (1) la eliminación de deformaciones en el marco de los incentivos, (2) mejora de la tenencia de la tierra y el acceso a recursos, (3) instituciones de las tierras y las aguas fortalecidas y más colaboradoras, (4) servicios de apoyo eficientes, con intercambio de conocimientos, investigación adaptativa, y finanzas rurales, y (5) un acceso mejor y más seguro a los mercados.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL, INVERSIÓN Y POLÍTICAS 
  • La adopción  generalizada de prácticas sostenibles de gestión de las tierras y las aguas también requerirá que la comunidad mundial tenga la voluntad política para aportar el apoyo financiero e institucional necesario para fomentar la adopción generalizada de prácticas agrícolas responsables. Es necesario dar marcha atrás a la tendencia negativa de los presupuestos nacionales y la ayuda oficial para el desarrollo asignada a las necesidades de las tierras y las aguas. Algunas posibles nuevas opciones de financiación son el pago por servicios ambientales (PSA) y el mercado de carbono. Por último, existe una necesidad de integración mucho más eficaz de las políticas internacionales e iniciativas relacionadas con la gestión de las tierras y las aguas. Sólo con estos cambios el mundo podrá alimentar a sus ciudadanos a través de una agricultura sostenible que produzca dentro de los límites del medio ambiente".


lunes, 7 de noviembre de 2011

Los retos del agua en el cambio hacia la economía verde


El portal Iagua.es publicó una serie de documentos informativos de la Fao con respecto al Agua en la agricultura, ciudades, industria asi como tambien en cuanto a su financiación, capacitación y tecnologías, los cuales se elaboraron en  en el marco de la conferencia “El agua y la economía verde en la práctica: hacia Río+20” del 3 al 5 de Octubre de 2011.

Son documentos muy concretos con la situación del recurso y los retos que plantea.

Transcribo y copio el link



Notas informativas sobre los temas

La transición hacia una economía verde requiere un giro en cuanto a las prácticas actuales. La conferencia de ONU-Agua identificó cuatro temas prioritarios relativos al agua en los que es necesario el cambio hacia una economía verde: la agricultura, la industria, las ciudades y las cuencas.

Las notas informativas sobre los temas de la conferencia presentan los principales retos, oportunidades y datos más relevantes relacionados con cada uno de los temas identificados. Las notas recogen también una serie de prácticas y propuestas para la transición hacia la economía verde, en línea con lo señalado por las organizaciones presentes en la conferencia.

Estas propuestas vienen ilustradas por los casos de estudio presentados durante la conferencia. Las notas informativas giran en torno a los siguientes  temas de la conferencia:



Notas informativas sobre las herramientas

La conferencia destacó las diferentes herramientas que pueden utilizarse para promover el cambio y apoyar la transición hacia una economía verde, sacar provecho de las oportunidades y abordar temas importantes como las desigualdades. Estas herramientas nos permiten hacer más con menos, identificar potencialidades y modificar comportamientos con el fin de crear una economía verde.

Las notas informativas sobre las herramientas presentan los principales retos, oportunidades y datos más relevantes relacionados con cada una de las herramientas identificadas. Las notas recogen también una serie de prácticas y propuestas para la transición hacia la economía verde, en línea con lo señalado por las organizaciones presentes en la conferencia. Las propuestas vienen ilustradas por los casos de estudio presentados durante la conferencia. Estas notas giran en torno a los siguientes temas de la conferencia:


domingo, 6 de noviembre de 2011

De Rio a Rio+20


Las cumbres relacionadas con el medio ambiente han marcado momentos históricos en las últimas décadas y han originado una serie de protocolos, compromisos, programas, agendas y políticas ambientales en los diferentes países. Sin embargo, a pesar de que se sabe que se tiene que hacer, vemos como algunas decisiones siguen postergándose.


Este informe, que en español se titula “Dando seguimiento a nuestro ambiente cambiante: De Rio a Rio+20” plantea los desafíos y oportunidades para el desarrollo sostenible hacia Rio+20. Y me parece muy oportuno el título, pues es el seguimiento lo que puede hacernos entender y verificar si se están o no cumpliendo con los compromisos. La palabra seguimiento es clave para que las temáticas y documentos no queden el olvido, sino que sean tratados dia a dia y no sólo para celebrar otra década de la cumbre de Rio. 


Transcribo y coloco el link del comunicado de prensa, asi como el link para descargar el informe (en inglés).




Desde la disminución del hielo del Mar Ártico a tendencias en el uso de energía

2011 – 11 – 01 
 
Un nuevo informe del PNUMA da seguimiento al medio ambiente global 
en transformación a lo largo de las dos últimas décadas, mientras la 
población mundial llega a los 7 mil millones de personas. El nuevo 
informe plantea los desafíos y oportunidades para el desarrollo sostenible
hacia Rio+20, y más allá.

Nairobi – Los cambios ambientales que han barrido el planeta durante los 
últimos veinte años se incluyen en una nueva recopilación de datos 
estadísticos efectuada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), que se publican hoy en un informe titulado “Dando 
seguimiento a nuestro ambiente cambiante: De Rio a Rio+20”.

El informe forma parte de la serie “Perspectivas del medio ambiente 
mundial -5” (GEO -5) del PNUMA, la evaluación de referencia  de las Naciones
Unidas sobre el estado, las tendencias y perspectivas del ambiente global. 
El informe GEO-5 completo será lanzado en mayo, un mes antes de la 
Conferencia Rio+20, que se  celebrará en Brasil.

El Subsecretario General de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo del 
PNUMA, Achim Steiner, afirmó: “Hoy se cumple el plazo para que los gobiernos,
las empresas y la sociedad civil presenten sus aportes sobre cómo Rio+20
puede ofrecer un resultado transformador en términos de acelerar y ampliar 
el desarrollo sostenible para las siete mil millones de personas que ya 
habitamos el planeta”.

 “El informe de indicadores dirige nuestra atención a temas básicos, 
resaltando desde la rápida acumulación de gases de efecto invernadero
hasta la disminución de la biodiversidad y el aumento en un 40 por ciento del
uso de los recursos naturales —a un ritmo mayor que el crecimiento 
poblacional. El informe también destaca cómo, cuando el mundo 
decide actuar, puede alterar dramáticamente la trayectoria de tendencias 
peligrosas que amenazan el bienestar de los seres humanos— un ejemplo 
poderoso y enérgico es la acción para eliminar progresivamente el uso de 
productos químicos nocivos para el ozono,” añadió.

“Rio+20, a través de los dos temas principales de una Economía Verde 
en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, y un
marco institucional para el desarrollo sostenible, puede, con el nivel 
requerido de liderazgo, activar los interruptores necesarios que puedan 
asegurar que el equilibrio de las tendencias negativas versus las positivas 
pase del rojo al negro, y que el Derecho al Desarrollo sea disfrutado por 
muchos y no por unos pocos,” dijo el Achim Steiner.

Mediante el uso de datos, gráficas e imágenes satelitales, el informe de
PNUMA ofrece un amplio rango de información sobre una cantidad de temas 
clave:

Sobre la población

•A medida que la población del mundo llega a los 7 mil millones de 
personas, la población urbana ha crecido en un 45 por ciento desde 1992.

•Sin embargo, el porcentaje de habitantes en barrios marginales ha bajado 
de un 46 por ciento en 1990, a un tercio en 2010, gracias a mejores viviendas 
y sanidad.

•La cantidad de megaciudades con, por lo menos ,10 millones de personas, 
ha aumentado de 10 en 1992,  a 21 el año pasado – un aumento del 110 por 
ciento.

•1.400 millones de personas globalmente no cuentan con acceso a 
electricidad confiable o a la red de distribución de energía eléctrica.

Cambio climático

•Las emisiones globales de C02 continúan aumentando debido al uso cada
vez mayor de combustibles fósiles, con un 80 por ciento de las emisiones
globales provenientes de tan solo 19 países.

•La cantidad de CO2 por US$1 de PIB ha caído en un 23  por ciento desde
1992, resaltando que está ocurriendo una cierta desvinculación entre el 
crecimiento económico y el uso de recursos.

•Casi todos los glaciares montañosos alrededor del mundo se están 
contrayendo y están perdiendo volumen, con severos impactos sobre el 
ambiente y el bienestar de los seres humanos.

•Los glaciares en contracción no sólo influyen en el aumento del nivel del mar,
sino que también amenazan el bienestar de aproximadamente una sexta parte
de la población mundial.

•El nivel del mar ha estado aumentando a un ritmo promedio de unos 2.5 mm 
por año desde 1992.

Energía

•Dando seguimiento a las tendencias energéticas desde 1992, el informe 
indica que la contribución de la energía renovable (incluyendo la biomasa) al 
suministro global de energía se situó en un 16 por ciento, estimado en 2010.

•La energía solar y eólica representaban tan solo un 0,3 por ciento de la 
energía global total. Se puede observar  un mayor reconocimiento de la 
necesidad de desplazarse hacia soluciones energéticas bajas en carbono y 
eficientes en el uso de los recursos a través del aumento del 540% 
en las inversiones en energía sostenible, entre 2004 y 2010.

•Debido a la disminución en los precios de las tecnologías y la adopción de
nuevas políticas, el uso de biodiesel como fuente de energía renovable ha 
aumentado en un 300.000 por ciento, el uso de la energía solar ha 
aumentado en casi un 30.000 por ciento, el de energía eólica en un 
6.000 por ciento, y .el uso de biocombustibles, en un 3,500 por ciento.

Eficiencia de recursos

• El uso global de los recursos naturales aumentó más del 40 por ciento 
entre 1992 y 2005. El informe advierte de que, a no ser que se lleve a cabo 
una acción rápida para frenar y desvincular el agotamiento de los 
recursos respecto del crecimiento económico, las actividades humanas pueden
destruir el mismo ambiente sobre el cual se fundamentan las economías y se 
sostiene la vida.

Bosques

•A pesar de la reforestación neta que se observa actualmente en Europa, 
América del Norte y Asia Pacífico, la pérdida de bosques que tiene lugar en
África y Latinoamérica y el Caribe supone que el área forestal global ha
disminuido en 300 millones de hectáreas desde 1990.

•El aumento anual del 20 por ciento en la cantidad de bosques que 
reciben certificados de prácticas forestales sostenibles muestra que los 
consumidores están ejerciendo su influencia en la producción maderera. Sin 
embargo, solo un 10 por ciento de los bosques globales se encuentran bajo 
gestión sostenible certificada.

•Un creciente porcentaje de los bosques mundiales son áreas reforestadas—
una superficie igual al tamaño de un país como Tanzania.

Seguridad alimentaria y uso de tierras

•La producción de alimentos ha aumentado en un 45 por ciento desde 1992. 
Estos aumentos de producción dependen fuertemente del uso de 
fertilizantes, los cuales, aunque enriquecen la fertilidad del suelo, también
pueden tener un impacto negativo sobre el ambiente, tales como floraciones 
de algas en aguas interiores y marinas.

•La tierra usada para cultivos orgánicos está aumentando en una tasa anual del
13 por ciento.

Agua potable

• El mundo cumplirá, o incluso excederá, la meta de los Objetivos de Desarrollo
del Milenio sobre el acceso a agua potable; indicandoque para el 2015 cerca
de un 90 por ciento de la población en regiones en vías de desarrollo tendrán 
acceso a fuentes mejoradas de agua potable, aumentando desde el 77 por 
ciento en 1990. 

Los datos recopilados también indican que el trabajo de fijación de objetivos 
ambientales funciona mejor para asuntos bien definidos tales como la 
eliminación gradual de gasolina con plomo o de sustancias que agotan el ozono.

El Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono,
por ejemplo, usó objetivos obligatorios para eliminar gradualmente los 
contaminantes que estaban dañando el escudo protector del planeta. 

Más del 90 por ciento de las sustancias que agotan el ozono incluidas en el
tratado fueron eliminadas gradualmente entre 1992 y 2009. De forma 
similar, tan solo una pequeña cantidad de países usan aún gasolina con plomo, 
y se espera que los mismos hagan el cambio el próximo  año o en los siguientes
dos años.

Otros hechos y cifras del informe incluyen:

•Un 13 por ciento de la superficie terrestre del mundo, un 7 por ciento de sus
aguas costeras y un 1.4 por ciento de sus océanos están protegidos.

•Existe una preocupación cada vez mayor por los océanos, que se están 
tornando más ácidos. Esto puede tener consecuencias significativas sobre 
los organismos marinos que pueden alterar la composición de las especies, 
perturbar las redes alimentarias marinas y potencialmente dañar la pesca, y las
actividades de turismo.

•El pH del océano descendió de 8.11 en 1992, a 8.06 en 2007.

•La cantidad registrada de vertidos de buques petroleros ha disminuido en 20 
años.

•La biodiversidad ha disminuido en un 12 por ciento globalmente, y en un 30 
por ciento en el trópico.

•El ecoturismo está aumentando a una tasa tres veces mayor que el turismo 
masivo tradicional.

•La producción de plásticos ha aumentado en un 130 por ciento.

La publicación de PNUMA también recalca que muchos temas ambientales, 
que comenzaban a emerger en 1992, se han afianzado como parte de la 
formulación de políticas en muchos países.

Algunos ejemplos incluyen:

•Los nuevos acuerdos y convenios ambientales multilaterales que se han 
establecido o que han entrado en vigencia para abordar los temas ambientales 
globales emergentes.

•La transformación ecológica de la economía ha despegado como una 
ruta viable para el desarrollo económico bajo en carbono, resistente al clima 
y más eficiente en términos de recursos.

•El Comercio de Emisiones de Carbono ha asignado un valor monetario a las
Emisiones de Gases de Efecto Invernadero.

•El reciclaje o reprocesamiento de desechos para convertirlos en recursos 
nuevos, se está convirtiendo en políticas y prácticas enmuchos países.

•Está creciendo la comercialización de la energía renovable: biocombustibles, 
energía solar y eólica.

•La gestión de productos químicos ha llevado a la prohibición de una 
cantidad de productos químicos mortales.

•Los productos orgánicos y el eco-etiquetado están aumentando gracias a la
demanda por parte de los consumidores.

•La nanotecnología está aumentando, especialmente en los campos de 
energía, atención a la salud, agua limpia y cambio climático.

Los autores del informe indican que la falta de datos suficientes y sólidos y de
sistemas de monitoreo para medir el avance, siguen siendo obstáculos 
para el logro de los objetivos ambientales establecidos por la comunidad
internacional. El informe destaca la falta de piezas en nuestro conocimiento 
sobre el estado del ambiente, y hace un llamado para realizar esfuerzos 
globales en la recolección de datos científicamente creíbles para el monitoreo 
ambiental.

La Cumbre “Eye on Earth”, que se celebrará en Abu Dhabi el próximo mes 
de diciembre, presenta una oportunidad de ese tipo, donde los científicos, los
formuladores de políticas y los gobiernos trabajarán juntos para definir los 
desafíos y soluciones clave relacionados con el acceso y el intercambio de datos
ambientales.

Notas a los Editores:

La Cumbre de la Tierra en Río:  En 1992, la Conferencia de las 
Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, conocida popularmente como la 
Cumbre de la Tierra de Río, se convocó en Río de Janeiro, Brasil, para 
abordar el estado del medio ambiente y del desarrollo sostenible. La reunión
produjo como resultado varios acuerdos importantes, incluyendo la ‘Agenda 21’,
un plan de acción adoptado por más de 178 gobiernos para abordar los 
impactos humanos sobre el ambiente al nivel local, nacional y global, al igual 
que los tratados clave sobre cambio climático, desertificación y biodiversidad. 
En junio de 2012, se llevará a cabo la reunión de seguimiento a Rio+20 en 
Brasil.

Puede encontrar el informe Keeping Track of our changing environment 

Cumbre Eye on Earth (Abu Dhabi / 12-15 diciembre de 2011): Facilitada
por la Iniciativa de Datos Ambientales Globales de Abu Dhabi (Abu Dhabi
Global Environmental Data Initiative - AGEDI) y siendo el anfitrión la Agencia
Ambiental de Abu Dhabi (Abu Dhabi Environment Agency - EAD), en 
asociación con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), la cumbre Eye on Earth fortalecerá los esfuerzos para lograr 
soluciones unificadas y globales a los problemas que impiden el acceso a los 
datos y la información sobre el medio ambiente. Más detalles en:

Para más información, favor contactar a:

Nick Nuttall, Director en Funciones y Vocero de PNUMA, Tel. +41 795 965 737 
o +254 733 632 755 o correo electrónico nick.nuttall@PNUMA.org

Shereen Zorba, Head, PNUMA Newsdesk, Tel. +254788526000,
correo electrónico: PNUMAnewsdesk@PNUMA.org

 

Para más información:
Alejandro Laguna - Oficial de Información y Comunicaciones
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Oficina Regional 
para América Latina y el Caribe.

Clayton, Ciudad del Saber - Avenida Morse, Edificio 103; Corregimiento de 
Ancón - Ciudad de Panamá, Panamá
Tel.: 305 3100
alex.laguna@unep.org