
El Estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura
señala que si bien en los últimos 50 años se verificó un aumento
notable en la producción de alimentos, en demasiados lugares, los logros
se han asociado a prácticas de gestión que han degradado las tierras y
los sistemas hídricos de los que depende la producción de alimentos.
En general, el informe pinta la imagen de un mundo que experimenta un
creciente desequilibrio entre disponibilidad y demanda de tierras y
recursos hídricos en los planos local y nacional. El número de zonas
que están llegando a los límites de su capacidad productiva aumenta
rápidamente, advierte el informe.
El
Estado de los recursos de tierras y aguas tiene como fin sensibilizar a
su público sobre la situación mundial y regional de los recursos de
tierras y exponer la perspectiva de la FAO en materia de recomendaciones
pertinentes para la formulación de políticas. El Estado de los recursos
de tierras y aguas se centra en los siguientes aspectos fundamentales
de análisis: (i) cantidad y calidad de los recursos de tierras y aguas
(ii) tasa de uso y gestión sostenible de estos recursos en el contexto
de los factores de impulso socioeconómicos y las preocupaciones
pertinentes, incluidas la seguridad alimentaria, la pobreza y el cambio
climático.
Esta es la primera vez que se elabora un informe
mundial de referencia sobre los recursos de tierras y aguas. La
información procede de diversas bases de datos espaciales mundiales (p.
ej., de idoneidad de las tierras para el uso agrícola, uso y gestión de
las tierras, degradación y agotamiento de tierras y aguas) en las que
la FAO es la fuente mundial reconocida de datos. Los temas de actualidad
y novedosos en materia de tierras y aguas se tratan de una manera
integrada en vez de sectorial. Las consecuencias de la situación y las
tendencias se utilizan para promover intervenciones correctivas a la
medida de los sistemas de producción agropecuaria de las diferentes
regiones geográficas. Tambien hay mapas, graficos e informes temáticos.
Comprende varios aspectos:
1. Situación y tendencias de los recursos tierras y aguas

2. Presiones socioeconómicas y situación institucional

La gestión espacial a gran escala de los sistemas de
tierras y aguas se inició al surgir las civilizaciones de los valles
fluviales y el desarrollo agrícola consiguiente. En fecha más reciente,
las instituciones de las tierras y el agua evolucionaron para facilitar
el éxito de la producción agrícola intensiva asociada al adelanto de la
investigación genética, la llamada "revolución verde".
Pero en la práctica se han creado pocas
instituciones de éxito para la gestión integrada de las tierras y el
agua. Investigaciones recientes revelan que las instituciones de las
tierras y las aguas no están al día de las pautas de uso y la
competencia, y rara vez han logrado reglamentar las repercusiones
ambientales y económicas. En este sentido, la armonización de las
políticas y la integración institucional se han mantenido como
aspiración más que como realidad operativa. La planificación del uso de
la tierra y la agricultura, por ejemplo, pocas veces se acopla a la
planificación de las cuencas hidrográficas o a la gestión operativa para
la producción de energía hidroeléctrica o la navegación. En
consecuencia, se puede afirmar que se han sacrificado oportunidades
económicas y que se requiere volver a una integración mucho mejor
informada y rica en conocimientos de las tierras y las aguas.
En este capítulo se examina el estado actual de las
instituciones de las tierras y las aguas y cómo ambas han impulsado
constantemente mayores niveles de producción, y se ha cuidado muy poco
la sostenibilidad social, económica y ambiental, en detrimento de los
recursos básicos de tierras y aguas y de los ecosistemas conexos, con
graves repercusiones en materia de pobreza e inseguridad alimentaria.
3. Sistemas de tierras y aguas en peligro

Un total de 975 millones de personas, en su
mayoría población rural, no tienen la seguridad alimentaria que se
merecen. Bajo la presión de la agricultura, se están dañando los suelos y
las aguas, se acelera la erosión, avanzan la salinización y la
infiltración de aguas marinas, así como el agotamiento de los acuíferos.
Además, el modelo actual de agricultura intensiva se asocia a fuertes
repercusiones en materia de carbono y gases de efecto de invernadero, al
mismo tiempo que muchos sistemas agrícolas son sumamente vulnerables a
los efectos previstos del cambio climático.

Tanto las zonas de secano como las de regadío están
experimentando degradación o corren peligro por las limitaciones de los
recursos de tierras y aguas, las prácticas actuales de uso y gestión de
las tierras y las aguas, y los factores institucionales y
socioeconómicos.
4. Opciones técnicas para la gestión sostenible de las tierras y las aguas
Como
se mencionó en capítulos anteriores, se prevé que más de cuatro quintas
partes del aumento de la producción hasta el año 2050 se verifiquen en
las tierras en explotación a través del aumento de la productividad. Sin
embargo, muchos de los sistemas ya están limitados, ya sea por sus
actuales niveles elevados de productividad, o por problemas técnicos,
socioeconómicos o institucionales. Además, conforme aumenta la
intensidad de la agricultura, los riesgos y ventajas y las desventajas
asociadas, tratadas en el capítulo anterior, se hacen más apremiantes.
Este capítulo analiza las opciones técnicas para avanzar hacia una
'gestión sostenible de las tierras y las aguas', es decir, una gestión
integrada más intensiva de las tierras, las aguas, los nutrientes y
otros insumos para producir un valor agrícola mayor y mantener a la vez
la calidad ambiental y conservar los recursos naturales, locales y
externos.

A pesar de que la superficie agrícola de secano no
ha crecido, todavía se prevé que produzca una tercera parte o más del
aumento de la producción mundial de alimentos en las próximas décadas.
Los sistemas de secano de las zonas templadas ya son muy productivos,
pero afrontan problemas de nutrientes y contaminación por plaguicidas.
Los sistemas de pequeños productores de secano en los países en
desarrollo afrontan muchos más problemas de mala calidad y falta de
humedad del suelo, y grandes riesgos agroclimáticos agudizados por el
cambio climático. También afrontan los obstáculos de la falta de
oportunidades comerciales rentables y de recursos para invertir en
mejorar la productividad.
5. Respuestas institucionales | ||
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